Construido en el siglo XI por orden de Sancho III el Mayor, de Navarra como fortín defensivo en la frontera con el reino musulmán, al poco tiempo la reconquista avanzó tanto la línea fronteriza hasta las puertas de Zaragoza que quedó desfasado en su finalidad inicial. Por ello, al no padecer asedio alguno es uno de los mejores conservados que ha llegado a nuestros días.
Perdido su valor inicial como fortín militar, a los pocos años y por darle alguna utilidad se reconvirtió en Monasterio de la Orden Agustiniana acoplando otras construcciones de tipo religioso como la Iglesia de San Pedro. Abandonado de nuevo por los monjes en busca de un lugar más acogedor (enclavado en medio de un páramo helado y despoblado debió superar la fe de más de uno) llevó a años e incluso siglos de abandono y olvido.
Recientemente en 2004 sus viejos muros sirvieron de plató natural para el rodaje de la película "El reino del cielo" de Ridley Scout, interpretada por Orlando Bloom (los piratas del Caribe).
Curioso que haya sido el celuloide el que haya vuelto a dar vida a esta joya del arte románico civil y a que en la actualidad sea visitado y recordado.
6 comentarios:
Como siempre tus fotos explendidas, y como siempre me recuerdan retazos de mi niñez. Me dan ganas de ir y hacer unas fotillos y ver como ha cambiado despues de tantos años sin asomar la cabeza por esos bellos parajes.
Gracias por traerlo a la memoria.
Saludos. :)
La piedra lleva unida un encanto especial, sobre todo en este tipo de edificaciones. Tiene que ser una gozada entrar en un castillo sacar de camara y dejar que pasen las horas.
Me gustan mucho las fotografias del interior del castillo su luz y la posicion desde donde las has tomado es perfecta. Ademas de que tiene toda la pinta de estar muy bien restaurado.
Saudiños :)
Estimado Juan:
Cuando nos avecinamos hacia un nuevo año, nos queda volver a rubricar nuestro compromiso que hicimos durante estos últimos meses, no sólo difundir la álgida problemática ambiental de este tiempo, a través de nuestros blogs, sino también sumarnos militantemente a toda iniciativa que busca mantener vida a la vida en este inmenso planeta azul.
Gracias por tu amistad.
Gustavo Cardoso / Observancia
Carolina, lo bueno de las piedras, como las montañas es que no se mueven de donde están, en cualquier momento puedes volver, y la verdad que merece la pena la visita.
Merce, si que se pasa un rato agradable mientras escuchas el relato de la vida entre esas viejas piedras de mano del guía y más si no ponen reparos en que fotografíes lo que te plazca, que no siempre ocurre en recintos cerrados.
Observancia, bellas palabras que no deberiamos olvidar, por nosotros mismos y por el legado que dejaremos a los que nos sucedan.
Gracias por vuestra visita, y felices fiestas.
Dan ganas de pasarse por entre esos muros.
Preciosas fotos del castillo y del entorno. La zona de las cinco villas te traslada a otra época...
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