Cuenta la leyenda que en la antigüedad en los tiempos de continuas guerras entre cristianos y moros, una bella princesa mora huyendo de uno de estos combates se perdió en el Valle de Chistau y acabó muriendo en ese paraje. Desde entonces, su espíritu vaga errante por entre sus cumbres y bosques.
Dice también la leyenda que si se accede al Ibón (lago) en la noche de San Juan, todo aquel que lo haga limpio de corazón y sin pecado, puede ver surgir del fondo de sus aguas a la bella princesa, ricamente engalanada, bailando sobre las aguas del Ibón.
"...Pero sólo los que tienen unos ojos y un corazón puros pueden ver a la Princesa Mora de las cumbres, sólo quienes tienen la mirada limpia pueden llegar a ver toda la belleza que el ibón esconde..."
Y de esta manera apostillan las ancianas del lugar en su sabiduría popular "Si es que subes alguna mañana de San Juan al ibón, y no la vieses, habrás de pensar en lavarte el alma... Solo los ojos limpios pueden ve a la princesa mora de las cumbres"
Y eso debió pasar aquel día que subí yo y no pude verla. Aún sigo preguntándome si se debió a que era agosto, a que no me lavé en sus aguas, o quien sabe si la bella princesa no se había largado ya con un apuesto príncipe, vete a saber.
3 comentarios:
Tienes un blog muy bonito, con bellas fotografías y hermosos textos que las acompañan.
Un saludo!
Muy bellas estampas, es un paraiso esas montañas, me gusto mucho la leyenda de la princesa mora, un buen complemento para acompañar esas imagenes.
Excelente trabajo Juan de esta serie.
Bonita leyenda y desde luego un hermoso lugar para habitar una bella princesa, mejor que cualquier palacio.
Saudiños
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