Como en una fábula, un buen día "la pelirroja", cansada de ver deambular de un lado a otro a esos "peazo animales" tan raros, sin apenas pelo en sus cuerpos, y que caminan sobre sus dos patas traseras tan elegantes o más que ella misma, decidió bajar de lo alto del árbol y hacerles una visita.
No sin recelo en un principio, poco a poco fue entendiendo que no eran un peligro latente, salvo algunos de sus retoños que corrían tras ella o lé hacían aspabientos con las manos.
Más adelante, descubrió que almacenaban parte de los alimentos que no comían al momento en unos canastos redondos, al igual que hacía ella en previsión de tiempos menos prósperos.
No sin recelo en un principio, poco a poco fue entendiendo que no eran un peligro latente, salvo algunos de sus retoños que corrían tras ella o lé hacían aspabientos con las manos.
Más adelante, descubrió que almacenaban parte de los alimentos que no comían al momento en unos canastos redondos, al igual que hacía ella en previsión de tiempos menos prósperos.
Un buen día, animada por algo de hambre, se aventuró en uno de esos escondites de comida de los seres extraños. En la naturaleza, la supervivencia es del más listo o el más pillo.
Ante su asombro, vio que no la atacaban, y tan solo uno de ellos que sujetaba una extraña "piña negra" en las manos y que se la ponía delante de los ojos se le acercó con sigilo. Demostrando una confianza a medias, la pelirroja siguió a lo suyo, saqueando la despensa en beneficio propio, mientras aquel tipo raro seguía con la piña negra delante de sus ojos, inmóvil, y solo de vez en cuando, movía un dedo al que seguía un "clic", miraba la piña y sonreía.
"Les estoy vaciando la despensa y el tipo ese sigue con la piña esa que me da a mí que no tiene piñones, estos humanos son tan raros."
Ante su asombro, vio que no la atacaban, y tan solo uno de ellos que sujetaba una extraña "piña negra" en las manos y que se la ponía delante de los ojos se le acercó con sigilo. Demostrando una confianza a medias, la pelirroja siguió a lo suyo, saqueando la despensa en beneficio propio, mientras aquel tipo raro seguía con la piña negra delante de sus ojos, inmóvil, y solo de vez en cuando, movía un dedo al que seguía un "clic", miraba la piña y sonreía.
"Les estoy vaciando la despensa y el tipo ese sigue con la piña esa que me da a mí que no tiene piñones, estos humanos son tan raros."
18 comentarios:
Guauuuuuuu, como disfrutastes Juan, es una pasada, preciosas tomas.
te imagino todo sigiloso casi sin moverte o con movimientos muy lentos para no asutarla.
muy buen trabajo me encanta.
Saludos.
Estupendas fotografías y maravilloso relato de tu experiencia con las ardillas, si es que a veces deberíamos ponernos en la piel de los animales, comprenderíamos mucho mejor a la NATURALEZA.
Saludos.
Que bueno lo de la piña!!
La fotos, increibles, vaya nitidez se le ven hasta las uñas al animalillo ...
Saludos
Simpatico animal y un relato muy divertido un saludo.
Buenas fotografías.
Felicidades, unas fotos fantásticas.
Saludos.
Magnifico reportaje fotográfico y tus palabras que nos recuerda el mundo de Disney, pero que está por lo que cuentas más cerca.
Saludos
Que ardilla más curiosa, buenas fotos,saludos.
¡Que ardilla mas guapa! y con que gusto lo cuentas.
Que listas y ágiles son "las pelirrojas" es un placer observarlas y seguro que disfrutaste un montón.
Un abrazo
Preciosoel reportaje, tanto las imagenes como el texto...
Saludos,
… con la mirada atenta …
Simpática colección. Muy bien realizada.
La modelo, preciosa y disciplinada.
... saludos
CR & LMA
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Alaaaaaaaaa!!!! pues si que la pudiste ver un buen rato, jo! yo siempre he querido fotografiar una ardilla pero debe ser superdificil.
Estan todas muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuy bien!
Saludos!!!!
jejejeje, que simpático animalito! Se que estas fotos lo llevan a uno a armarse de paciencia y por ello valen el doble! :)
Estuve mirando muchas de tus entradas y realmente me encantaron, por ello empiezo a seguirte! :)
saludos cordiales,
Javier Echaiz
Qué envidia poder coger a una ardilla a esa distancia, sí que es confiada.
Muy buenas esas fotos.
Un saludo.
Caramba, nunca habia visto una ardilla tan bien amaestrada jejeje.
Que no, que es bromita.
Es chulisima y que forma de mirar y que liXta ella.
Estos animalitos son muy vivarachos, imagino que andarias con sumo cuidado de no asustarla, o es que ya te conoce de tus caminatas.
Me gusta el giro en tus fotos :)
Bicos
jajja, me parece tan dificil hacerle fotografías como esta a una Ardilla... por que yo solo las veo de vez en cuando, en casa de mi hermana en el Soto de Viñuelas, al lado de Tres Cantos, de arbol en arbol y por supuesto, imposible de pillarlas con la camara... Buenas fotos. Felicidades.
estupendas fotos, y sin interrumpirle el almuerzo, toda una proeza
Juan, yo vengo a invitarte a parcipar en una nueva iniciativa que se me ha ocurrido; quiero que te conviertas en uno de mis cazadores de escudos.
jajajaja...la ardilla, es fina como el tocino
Un saludo
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