Desde la cima del Calar y siguiendo la cuerda hacia el sur, por un suelo de rocas con incontables hendiduras producto de la erosión de las nieves invernales en estas cumbres venteadas y desprovistas de abrigo, nos llamará su ramaje hacia uno de sus laterales, concretamente todos en dirección noroeste. Todo ello por el efecto del fuerte viento que deben soportar, y que les ha dado el sobrenombre de pinos bandera.
Como ya he comentado en otras ocasiones, el deambular por estas rutas poco frecuentadas, nos va a permitir cruzarnos con cierta asiduidad con algunos ejemplares de la fauna del Parque, claro está, siempre que nuestro discurrir séa de lo más silencioso y nos camuflemos en la medida de lo posible con el contorno.
Al final de la cuerda alcanzaremos Peña Juana (1887m.), otro promontorio alargado sobre la cresta rocosa que será el punto que dividirá por la mitad nuestra ruta y la máxima altura que alcanzaremos. Unos pasos más adelante, la cuerda montañosa se parte por un pequeño valle, el de la Nava de la Peguera, que retoma de nuevo su altura por la ya mencionada cuerda del Poyo de las Abuzaeras.
Una vez situados en la Nava de la Peguera, nos encontraremos una pequeña senda que viene desde el Cabañas y que, a través de Puerto Pinillo, nos permitirá descender hacia el valle del Gualay. El descenso es pronunciado, y en escaso tiempo y distancia, nos encontraremos de nuevo junto a las aguas del arroyo. Desde aquí, siguiendo de nuevo por la pista forestal que andamos por la mañana, solo nos queda el tramo final hasta nuestros vehículos.
Como ya he comentado en otras ocasiones, el deambular por estas rutas poco frecuentadas, nos va a permitir cruzarnos con cierta asiduidad con algunos ejemplares de la fauna del Parque, claro está, siempre que nuestro discurrir séa de lo más silencioso y nos camuflemos en la medida de lo posible con el contorno.
Al final de la cuerda alcanzaremos Peña Juana (1887m.), otro promontorio alargado sobre la cresta rocosa que será el punto que dividirá por la mitad nuestra ruta y la máxima altura que alcanzaremos. Unos pasos más adelante, la cuerda montañosa se parte por un pequeño valle, el de la Nava de la Peguera, que retoma de nuevo su altura por la ya mencionada cuerda del Poyo de las Abuzaeras.
Una vez situados en la Nava de la Peguera, nos encontraremos una pequeña senda que viene desde el Cabañas y que, a través de Puerto Pinillo, nos permitirá descender hacia el valle del Gualay. El descenso es pronunciado, y en escaso tiempo y distancia, nos encontraremos de nuevo junto a las aguas del arroyo. Desde aquí, siguiendo de nuevo por la pista forestal que andamos por la mañana, solo nos queda el tramo final hasta nuestros vehículos.