Retomando la ruta circular al Valle de Ordesa, hoy acabo con el tramo final: el retorno desde la Cola de Caballo por la que pista que discurre paralela al Río Arazas hasta llegar a la Pradera de Ordena, punto de inicio.
La Cola de Caballo es una cascada natural de espectaculares dimensiones en el recodo que cierra el valle, el esplendor que se muestra ante nosotros bien merece el esfuerzo realizado para llegar hasta aquí.
Río abajo seguiremos encontrando más saltos de agua no menos bellos. El primero de ellos es la Cascada de Arripas (foto de la izquierda), que precede a las Gradas de Soaso, esta última es una sucesión escalonada de pequeños saltos de agua, todo un espectáculo de agua, sonido y color.
El tramo más bajo nos ofrece otras cascadas de menos porte pero no por ello menos espectaculares: las cascadas del Estrecho y de la Cueva, el hecho de que estén relativamente apartadas de la pista, y su acceso sea algo complicado hace que pasen desapercibidas a buena parte de los visitantes.
En definitiva, el conjunto cumple con creces las expectativas que el visitante se haya podido hacer de antemano,y a poco que apreciemos el mundo natural, resultaría imperdonable el viajero que visitando estas tierras deje perder la oportunidad de contemplar tanta belleza junta.
Pd. Aprovecho para dedicaros esta entrada a vosotros, visitantes asiduos y esporádicos de este blog, por vuestras palabras de aliento, con las que tengo el reconocimiento que hay alguien a quien puede resultar interesante mi trabajo.
Saludos