Tras superar la pedrera por donde mejor se puede, (aquí no hay sendero que aguante el deslizamiento de rocas) alcanzo el collado que separa Roca de España (2521m) del Pic de Mariola (2661m). ¿Las vistas? mejor que describirlas con palabras haceros partícipes con las imágenes, tanto a mis espaldas ahora con vistas aéreas del recorrido hecho, como hacia abajo, la figura del Estany de Mariola y la cuerda de cumbres al otro lado del valle son indescriptibles. Apenas se aprecia una porción del estany, pero ya deja ver que por algo es el segundo más grande de Cataluña.
Inicio el descenso hasta su orilla con la ilusión de poder recrearme con la cámara y en esos pocos minutos de bajada, entre toma y toma, me alcanza la tarde típica de Pirineos. Puede ir el día soleado sin apenas nubes en el cielo, pero es llegar media tarde y sin saber cómo ni de donde en un plis plas, se te cuela encima un manto de nubes bajas que te arruinan las vistas, y así llegaron, por el norte, ocultándome la visión hacia la collada del Montarenyo y el pico de igual nombre en la línea fronteriza junto al Port de Tavascán.